viernes, 30 de septiembre de 2011

Camisas de los años 50.




Seconal ha vuelto, tras unos meses de intenso silencio y violetas podridas. En los años de la pobreza, optamos por refugiarnos, en aquellos, cuya experiencia estética, damos por segura gratificante.

Este pasado verano, fue un verano de libros de diarios, Jaime Gil de Biedma, y su Retrato del artista en 1956, los Diarios de John Cheever, que tendrán en breve su revisión en este laberinto de piedras rotas.

Un extracto de Retrato del artista en 1956:

" Veintisiete años. Temo que sea ya una edad considerable, porque el suceso en vez de entristecerme -como me entristecieron otros cumpleaños-, me ha fastidiado. Incomoda esa patente de responsabilidad civil en que la edad se va convirtiendo. Mis padres dicen que ya debo pensar en esto o en aquello, que ya debo ir pensando en casarme... Y reconozco en mí ese alarmante prurito de sentirse más joven de lo que uno es. El hasta el final entre los jóvenes se reconoce, dice Vicente Aleixandre hablando del poeta, ¿pero no le ocurre lo mismo al viejo verde? Acerca del comercio intelectual con los más jóvenes, sé probablemente a qué atenerme; y la lectura de mis viejas notas sobre Guillén me demostró que yo no había sido ninguna excepción. Pero cuando hablo con un muchacho de diecinueve años o veinte, involuntariamente pienso que somos de la misma edad y que el talento está de mi parte. La sensación, claro, es embriagadora."