Me dijiste que tal vez, que quizás era
posible. Fijaba la mirada en la cánula, en cómo el espeso líquido amarillento, se iba disolviendo. Y tú hablabas de poemas de Ashbery que tenías anotados en
viejas libretas de hojas amarillas y de cómo el viento había violentado tu
sexo. También dijiste que el estrecho camino, aquel que recorríamos cuando
bajábamos de noche a la playa en invierno, estaba oculto por cadáveres de
caballos. Y que hacías cuanto podías, pero las venas estaban desgarradas por el
espanto. Y aquellos vinilos cuyas canciones olvidé, donde guardabas las
fotografías de Nebreda. Y basta, basta ya, dijiste, basta ya, corazón.
miércoles, 9 de mayo de 2012
sábado, 22 de octubre de 2011
Restos de plumas ensangrentadas.
Cecilia Quílez
No soy un exégeta, tan sólo un recopilador de cuanto se adueña de mi mirada.Uno de los mejores libros de poesía que leí en 2010 fue Vísteme de largo, de Cecilia Quílez. Os dejo con uno de sus poemas.
Mientras llega diciembre
caerán copos de sal en la cronometría del cuco.
Fluirá el polen en la bestia del ocaso
y un soplo de cera detendrá nuestras venas.
Mientras llega diciembre
entra el otoño en copas de cebada,
cubrirá la escarcha corales marinos
y dormirán ángeles en pensiones infectas.
Mientras llega diciembre
escribiremos mensajes en los baños públicos
y reseñas de autor en mi pecho y tu espalda.
Cortará el cirujano el tallo del papiro
y despertarán vírgenes con odas entre las piernas.
Tus alas se esparcen en el mar de los tristes
y el tiempo está quieto mientras llega diciembre.
Que pase de largo con vitola de gala
y el sollozo insomne de los astros.
Será bienvenida la inmortal primavera
tras el temor a la cuchilla del invierno.
CECILIA QUÍLEZ (2010)
jueves, 20 de octubre de 2011
Sutura en el ojo.
Ingeborg Bachmann
No voy a hacer ningún tipo de comentarios. El que reproduzco es el primer poema de Ingeborg Bachmann que leí cuando compré su poemario póstumo, No sé de ningún otro mundo mejor.
NIÑOS DE JULIO
En virtud de nuestra virtud, no nacidos,
mis niños en julio, los monstruos
que patalean con la pierna mutilada, no se sabe,
el muñón no sabe,
la cabeza perdida.
En virtud de nuestra virtud,
perdida la cabeza,
mis queridos niños
no les hubiera enseñado nada
pero sí alimentando enamorado
de otros, del aire viento
miles de cosas en julio
siempre habría sido julio
su monstruo, alimentado
con mi ternura,
esta vale para vosotros, fantasmas,
transformadores, vosotros
me lo hubierais transformado, el mundo,
y me lo transformáis ahora a mí
hacia la muerte, hacia la ternura
hasta la muerte para otra cosa
aire viento el trozo de papel
que rompo antes de que alguien
pudiese leer lo que ha pasado
cómo os arrancaron de mí
cómo me rompieron, me rompieron a mí,
el trozo de papel, porque aún
nadie sabe leer.
domingo, 16 de octubre de 2011
Manos y mirlos.
Roger Wolfe
No soy quién para juzgar ni a poetas ni a poemas, sólo soy un simple observador que va recogiendo lo que le parece interesante entre lo que los demás arrojan; como este poema de Roger Wolfe, Facturas.
FACTURAS
Una angustia sorda,
inexplicable,
desprovista por completo
de aparente causa,
que te conduce al borde
de tu abismo
y por momentos te horroriza.
Porque basta un paso;
y algún día
-de eso a veces
crees estar casi seguro-
vas a darlo.
Son facturas
del pasado.
No se terminan nunca
de pagar.
ROGER WOLFE (2009)
viernes, 30 de septiembre de 2011
Camisas de los años 50.
Seconal ha vuelto, tras unos meses de intenso silencio y violetas podridas. En los años de la pobreza, optamos por refugiarnos, en aquellos, cuya experiencia estética, damos por segura gratificante.
Este pasado verano, fue un verano de libros de diarios, Jaime Gil de Biedma, y su Retrato del artista en 1956, los Diarios de John Cheever, que tendrán en breve su revisión en este laberinto de piedras rotas.
Un extracto de Retrato del artista en 1956:
" Veintisiete años. Temo que sea ya una edad considerable, porque el suceso en vez de entristecerme -como me entristecieron otros cumpleaños-, me ha fastidiado. Incomoda esa patente de responsabilidad civil en que la edad se va convirtiendo. Mis padres dicen que ya debo pensar en esto o en aquello, que ya debo ir pensando en casarme... Y reconozco en mí ese alarmante prurito de sentirse más joven de lo que uno es. El hasta el final entre los jóvenes se reconoce, dice Vicente Aleixandre hablando del poeta, ¿pero no le ocurre lo mismo al viejo verde? Acerca del comercio intelectual con los más jóvenes, sé probablemente a qué atenerme; y la lectura de mis viejas notas sobre Guillén me demostró que yo no había sido ninguna excepción. Pero cuando hablo con un muchacho de diecinueve años o veinte, involuntariamente pienso que somos de la misma edad y que el talento está de mi parte. La sensación, claro, es embriagadora."
miércoles, 23 de marzo de 2011
Periódicos arrugados.
Eran los años de las cubiertas de Daniel Gil, de los suplementos atrasados de los grandes periódicos que Paco buscaba en la basura, y de muchas alcachofas con mayonesa. Por eso os muestro un libro mitico para nosotros, poetas de 40 años, un libro con el que toda una generación aprendió a escribir y más tarde que la vida iba en serio y que nunca más volveríamos a ser jóvenes.
NO VOLVERÉ A SER JOVEN
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vjda por delante
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra
miércoles, 2 de marzo de 2011
El viejo lee un periódico atrasado,
Philip Larkin
Tras este hombre medianamente joven con calvicie pronunciada, gruesas gafas de miopes y aspecto de contable de 9 a 5, se esconde uno de los poetas más brillantes del pasado siglo XX en Gran Bretaña, Philip Larkin.
Su obra está formada por una especie de realismo intimista, que no deja de observar la realidad exterior de su vida, para imbricarla con la pulsión de su ser interior. Ha sido una de los poetas que mayor ifluencia ha tenido en eso que se llamo en denominar poesía de la experiencia, y también en otros poetas de diveros pelaje como miembros del realimos meditativo como Karmelo C. Iribarren.
De su tal vez mayor obra, agotada en estos momentos en España, que no sé que espera este cetrino país para que se reedite, abandono este Dinero.
DINERO
Cada tres meses,¿no?, el dinero me reprocha:
"Por qué me dejas aquí donde no sirvo?
Yo soy el sexo y las cosas que no tuviste nunca.
Aún puedes conseguirlos firmando algunos cheques"
Entonces miro qué hacen los otros con el suyo.
No lo guardan en la almohada, desde luego.
Ya tienen esposa, coche y casa de verano:
alguna relación guarde el dinero con la vida
-La verdad, tiene mucho en común, si uno investiga;
no puedes postergar la juventud hasta que te jubiles,
y por mucho que parte del salario vaya al banco
al cabo no podrás pagarte mucho más que una afeitada.
Escucho el canto del dinero. Es como si me mirase
una ciudad de provincias desde largos ventanales:
barriadas, canal, iglesias adornadas y locas
bajo el sol de la tarde. Intensamente triste.
PHILIP LARKIN (!974)
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