jueves, 19 de noviembre de 2009

Y que no sabrá decir adiós.




Entre todos los grandes nombres que durante estos días homenajean al poeta granadino Javier Egea, -Joan Margarit, Pere Rovira...-, se ha colado en la oscuridad del bar, un joven de dieciocho años con un palestino al cuello, y un puñado de poemas en las manos de su primera y hasta ahora única plaquette. Se trata de Rubén Pérez, un chico que habla de los yonquis de la plaza principal de su pueblo ante las circunspectas autoridades municipales, un insumiso del verso, que ha escrito una breve y bella ponencia sobre Quisquete, que leerá el próximo viernes 20 de noviembre en el trasnoche poético que se celebrará en el Pub La tertulia en Granada. Acudan a ver cómo tiemblan  de nuevo las palabras de Javier Egea en tan jóvenes ojos.

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