lunes, 15 de febrero de 2010

La soledad del francotirador.


Todos los que integran mi más intimo círculo, familiares y amigos, saben de mi actual situación de desempleo, y también saben que estoy pasando por un periodo de formación académica para mejorar mi cv y poder así insertarme de nuevo en el mercado laboral.

Mientras dure este periodo de formación, intentaré ganar algún dinero con parte de mi producción poética. Es por esa razón que aviso a los lectores de Seconal, que no volveré a subir ningún poema nuevo al blog, y he eliminado todos los poemas inéditos que se habían colgado en su momento.

No creo en el copyright, sí en la licencia creative commons. Cualquiera que lo desee, si posee alguno de los libros que he publicado, aunque están sujetos a la licencia copyright, puede reproducir donde quiera y cuando quiera cualquiera de mis poemas, siempre y cuando no altere su contenido y cite mi autoría.

Cuando publico un libro de poemas, no recibo ninguna compensación económica a cambio, ni la espero, no más lejos de mis intenciones que vivir de la literatura., aguardo poder vivir de mi profesión, porque la condición de poeta, es una devoción y a veces casi una religión. El poco dinero que habré ganado a lo largo de mis aproximadamente diez años de carrera literaria, algo más de 3000 €, ha sido debido a premios literarios y alguna que otra lectura. Así que repito que me pàrece estupendo que cualquiera reproduzca o copie y distribuya un poema mío, es más lo considero un honor, pero a lo que no estoy dispuesto es a que holgazanes y vagos que no se han esforzado en abrir un libro de poemas en su vida, se dediquen a saquear el contenido de este blog, para presentarse a pequeños premios en los que pagan 300 € por un solo poema, que tal como están lo salarios en España, seisciento euristas y mil euristas, es una cantidad más que respetable.

Detrás de cada poema escrito, hay muchas horas de lecturas, y muchas horas de trabajo del texto poético. Y no recibo subvenciones estatales para poder invertir ese tiempo de mi vida, que tengo que robar a horas de trabajo -cuando trabajaba- y ocio: tengo que crear ese tiempo. Los poetas no recibimos ayudas a la creación para poder alejarnos de nuestra actividad laboral y dedicarnos a la creación literaria durante un tiempo, como en la industria cinematográfica, no firmamos contratos en los que haya una contraprestación económica cuando publicamos, con publicar ya somos felices, y en el mejor de los casos, sólo se nos remunera con el importe de los derechos de autor que son pírricos -pregúntenle al poeta David González- por citar algún nombre-. Aquí no existen conciertos, con lo cual las descargas de música -legales o no- repercuten favorablemente en los músicos, ampliando ostensiblemente el número de conciertos contratados y el aumento del público que asiste a ellos gracias a la difusión de su música por internet.

No estoy dispuesto a que vagos rufianes que no saben unir dos palabras puedan ganar dinero a costa de mi esfuerzo.

Seconal seguirá contando con las secciones habituales, pero no con la de Nuevos poemas.

Gracias a los que lean esta entrada por su tiempo, y tal vez, su comprensión.