Me dijiste que tal vez, que quizás era
posible. Fijaba la mirada en la cánula, en cómo el espeso líquido amarillento, se iba disolviendo. Y tú hablabas de poemas de Ashbery que tenías anotados en
viejas libretas de hojas amarillas y de cómo el viento había violentado tu
sexo. También dijiste que el estrecho camino, aquel que recorríamos cuando
bajábamos de noche a la playa en invierno, estaba oculto por cadáveres de
caballos. Y que hacías cuanto podías, pero las venas estaban desgarradas por el
espanto. Y aquellos vinilos cuyas canciones olvidé, donde guardabas las
fotografías de Nebreda. Y basta, basta ya, dijiste, basta ya, corazón.
miércoles, 9 de mayo de 2012
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1 comentario:
Te escribo para contarte que estamos haciendo una convocatoria para un nuevo blog que se armó (www.licuadoradeletras.com). Cuya esencia consiste en reunir a los amantes de la literatura con el fin de que realicen publicaciones de sus obras, de otros autores, u otros asuntos vinculados con la temática del sitio. Ya somos ocho integrantes, y si las cosas marchan bien, con el tiempo se van a ir sumando más personas a esta movida. La metodología es muy sencilla: si tenés ganas de participar me envías un mail a licuadoradeletras@hotmail.com. Luego te llega una invitación a tu casilla de correo para formar parte del blog y con tu cuenta de Blogger podés empezar a publicar. ¡Te esperamos!
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