viernes, 5 de septiembre de 2008

Ninguna vida cabe jamás en un poema.


Alex Susanna junto a Joan Margarit y Pere Rovira, son parte de los poetas catalanes que más leo. Les une cierta actitud realista ante la poesía, y una honda exploración, de lo más cercano, de lo íntimo, que por ser tan habitual, a veces nos pasa desapercibido.
Os dejo con dos espléndidos poemas de la antología Casas y cuerpos, publicada por la Fundación Jorge Guillén en 2001.

EDAD DOBLADA

Cómo te ha maltratado la vida en pocos años:
me enseñas una foto de carnet
en el avión que nos regresa de unos días
de trabajo en el extranjero,
y veo que en el mar de aquellos ojos de veinte años
la vida es todavía una costa lejana,
desierta de temores y cantiles,
ávida de acoger en sus calas
todo aquello que se le presente...
Pero ahora que has doblado la edad y junto a mí
estás contándome cosas del ayer,
cruel muestra el tiempo sus zarpazos
y veo tu bello rostro cansado,
crispado por todo cuanto le asedía
-una separación, un hijo aún muy joven,
sueño escaso y mala leche en derredor-,
aunque son quizá tus manos el campo
que el tiempo ha arado con mayor constancia:
grietas y resquebrajaduras las surcan por completo
y delatan la fuerza con que has tenido
que agarrarte a ti misma
para que la vida no se te llevara.



VERTEDEROS

Este río contaminado
donde se vierten tantos residuos
se parece mucho a nuestra alma,
pero con el mátiz
de que sólo cada uno sabe
la ingente cantidad de desperdicios
que acarrea esta corriente dentro de nosotros.



1 comentario:

Anónimo dijo...

qué emoción